![]() |
Crédito de la fotografía: a quién corresponda |
Personal médico, de enfermería y trabajadores administrativos del programa IMSS-Bienestar salieron a manifestarse en distintas calles de la Ciudad de México. Las protestas comenzaron con una huelga de hambre frente a las oficinas del IMSS-Bienestar y continuaron con bloqueos en vialidades clave como Insurgentes Sur y Paseo de la Reforma. La demanda central: condiciones laborales dignas, insumos suficientes, pagos pendientes y una respuesta institucional clara.
De acuerdo con testimonios recabados por los propios manifestantes, muchos de ellos llevan más de ocho meses sin recibir salario. Otros reportan la falta de prestaciones, vales o bonos que, según indican, debieron haberse entregado desde hace más de un año. La movilización fue, aseguran, el resultado de una larga espera: antes de salir a las calles, buscaron soluciones por vía institucional. Presentaron oficios, firmaron actas, acudieron a sindicatos y organismos de derechos humanos. Ninguna gestión arrojó resultados visibles.
Durante las jornadas de protesta, se desplegaron operativos policiales con el objetivo de liberar las vialidades. Se reportaron momentos de tensión, encapsulamientos y jaloneos. Las autoridades negaron la existencia de enfrentamientos graves y señalaron que no hubo personas con lesiones de consideración. No obstante, algunos videos y relatos difundidos por trabajadores muestran episodios de confrontación y uso de fuerza.
Las movilizaciones en la capital forman parte de una serie de protestas que se han repetido en otros estados del país, todas con un común denominador: desabasto de insumos, falta de pagos y precarización en el contexto del programa IMSS-Bienestar, uno de los ejes centrales de la actual política federal en materia de salud pública.
Por su parte, autoridades del sector salud han declarado que se avanza en la compra de materiales y en los procesos administrativos para la contratación y regularización del personal. Sin embargo, hasta el momento, muchos trabajadores insisten en que no han recibido soluciones concretas ni compromisos con plazos definidos.
Lo que está en juego no es únicamente la relación laboral entre instituciones y trabajadores. El conflicto también pone en el centro la sostenibilidad del sistema de salud pública y la urgencia de garantizar condiciones dignas para quienes lo sostienen.
Mientras tanto, la demanda sigue abierta: diálogo directo, cumplimiento de compromisos y reconocimiento a un trabajo que, más allá de lo simbólico, exige también justicia material.
Comentarios
Publicar un comentario